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"Malvinas: La última carta": un videojuego que reaviva la memoria y conecta generaciones

En una entrevista exclusiva con Andrés Rossi, director de la carrera de videojuegos de la UNRaf, exploramos el impacto y la relevancia del videojuego que promete ofrecer una mirada emocional y educativa sobre la Guerra.
Agrandar imagen Andrés Rossi, director de la carrera de videojuegos de la UNRaf
Andrés Rossi, director de la carrera de videojuegos de la UNRaf
Redacción Rafaela Noticias

Por Redacción Rafaela Noticias

En el marco del lanzamiento del tráiler del videojuego "Malvinas: La última carta", tuvimos la oportunidad de conversar con Andrés Rossi, director de la carrera de videojuegos de la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf). Andrés compartió sus impresiones sobre este innovador proyecto que promete ofrecer una experiencia única y profundamente inmersiva sobre la Guerra de las Malvinas. Con un enfoque narrativo cargado de emotividad y una fidelidad gráfica impactante, este videojuego no solo busca entretener, sino también educar y generar conciencia en las nuevas generaciones sobre uno de los eventos más significativos de la historia argentina. En esta entrevista, Rossi analizó cómo "Malvinas: La última carta" puede influir en la percepción histórica, el potencial educativo del juego, los desafíos éticos y técnicos en su desarrollo, y su contribución al crecimiento de la industria de videojuegos en Argentina.

  • ¿Cuáles fueron sus primeras impresiones al ver el trailer de “Malvinas: La última carta”?
Me impacto mucho, recorde la película Iluminados por el fuego. Ver la claridad con la que podes vivenciar las batallas pone a otro nivel este juego ya que la identificación con los personajes es a otro nivel. Un argentino que muere en Malvinas al jugador local no le genera lo mismo que si jugara con un norteamericano peleando en la Segunda Guerra Mundial. En el juego sos un soldado que debe llevar con él la última carta de sus compañeros caídos, buscando sobrevivir, siendo sigiloso, pasando hambre.

  • ¿Cómo cree que este videojuego puede influir en la percepción de las nuevas generaciones sobre la Guerra de las Malvinas?
El tema de Malvinas es importante de tratar en los videojuegos ya que el conflicto belico siempre atrapa y este es muy reciente. El tema ya tuvo un videojuego hecho por Javier Otaegui en 1999 llamado Malvinas 2032, la calidad era otra pero mostraba las ganas de hablar de lo nuestro. La calidad gráfica de Malvinas: La última carta es muy buena y da la oportunidad de introducir el tema a las nuevas generaciones, a quienes les es mucho más difícil quedar atrapados con un libro o una película antes que un videojuego. Es una herramienta excelente para dar una clase del tema en las escuelas, permite una mirada crítica de lo que paso y comprender la magnitud de lo que ocurrio.

  • ¿Qué importancia tiene la investigación histórica en el desarrollo de un videojuego basado en eventos reales como este? ¿Qué desafíos pueden surgir?
Es clave, es muy importante poder dar contexto ya que la posibilidad de una mala interpretación o reproche está siempre a la vuelta de la esquina. A veces a nivel de diseño de niveles tenes que hacer adecuaciones para que le den fluidez a la historia y alguien te puede plantear “eso no fue exactamente así”. Acá lo clave es que se trate el tema y tengamos una nueva herramienta para debatir. Cualquier persona que juegue a Malvinas: La última carta va a poder entender la magnitud de lo que pasó y ayuda a construir una mirada renovada de los héroes de guerra que participaron ahí. Que un chico pueda ponerse a hablar con un vecino o familiar que participó en la guerra entendiendo las situaciones humanas que esa persona atravesó, es poderoso, construye puentes y es algo que usado como herramienta formativa los videojuegos hacen muy bien.

  • ¿Qué opina sobre el enfoque narrativo que parece tener el juego? ¿Cree que es adecuado para representar un evento tan significativo en la historia argentina?
Si, siempre. El olvido nos condena a repetir errores. Que nuevas generaciones puedan debatir el tema desde el conocimiento de, al menos una mirada, es mucho más rico que no tratar el tema. La película Corazón Valiente en Escocia revitalizó en los 90 el movimiento independentista donde las personas se pintaban la cara como William Wallace (Mel Gibson), y la película falla al representar el enfrentamiento histórico más importante, que se dio en un puente porque no tenía presupuesto y tiempo para hacerlo. Eso quedó en segundo plano al lado del mensaje de lucha por independencia que la película transmite. Que el juego aborde de forma tan emocional el conflicto, lleva a la refracción de lo que paso y eso tiene su parte sanadora.

  • Desde una perspectiva técnica, ¿qué elementos del trailer le parecieron más destacados en términos de diseño, gráficos y jugabilidad?
Después de ver miles de trailer de videojuegos durante muchos años, al ver el trailer en la parte donde desentierra con la mano a otro soldado argentino me impactó. Hay juegos con gráficos más elaborados, pero es secundario entendiendo lo difícil que es recrear esos entornos y que los personajes humanos en 3D transmitan emociones (acá lo compensan muy bien con el sonido y las voces). Reproducir los elementos históricos como armas en tres dimensiones es un desafío por el nivel de detalle que requiere. En la universidad es común que se prefiera usar nombres en inglés porque “suena mejor” a la hora de bautizar un nuevo proyecto y nos genera un desafío constante. Un juego como Malvinas: la última carta es una cátedra en sí mismo sobre cómo contar lo nuestro con nuestros recursos.

  • ¿Cómo ve el balance entre la educación y el entretenimiento en este tipo de videojuegos? ¿Qué potencial educativo identifica en “Malvinas: La última carta”?
Total, de hecho mientras hablamos de esto me dieron ganas de traer a los autores para la próxima Gaming West (evento de Esports y desarrollo de videojuegos local), para que se pueda hablar de primera mano con ellos. Llegar a publicar un videojuego es mucho más difícil de lo que se piensa. Que se pueda interactuar con el entorno, recorrer los mismos lugares y tener vivencias tan dramáticas, forma emocionalmente y eso es algo clave para despertar interés en la historia. Si eso no logra atrapar y ser entretenido el jugador actual tiene muchas opciones, por eso es clave por drástico que suene, que sea entretenido por encima de exacto. Así de difícil es el balance.

  • ¿Cuáles son los desafíos éticos y de sensibilidad al desarrollar un videojuego sobre un tema tan delicado? ¿Qué recomendaciones daría a los desarrolladores en este sentido?
Quién se meta con un tema como Malvinas con la calidad narrativa que muestra el juego sabe desde el momento cero que va a generar algún grado de controversia. Cualquiera que aborde temas donde los actores del conflicto siguen vivos se mete en terreno escabroso, pensemos sino lo controvertido que puede ser un videojuego sobre el último proceso militar donde se presentan torturas. Dejar en claro el punto de vista desde el cual se aborda es clave, en este juego el título ya evidencia que se habla desde la mirada emocional al mencionar “la última carta”.

  • ¿Cómo cree que “Malvinas: La última carta” puede contribuir al crecimiento de la industria de videojuegos en Argentina?
Hernán Patané (director del proyecto) puso en marcha el armado del videojuego en 2022 después de una competencia de videojuegos con la temática de Malvinas. Esa actividad las lleva adelante Acción Dev una agrupación que también hizo jornadas de desarrollo en la Esma entre otras actividades de fomento. Eso muestra como desde las distintas acciones que se hacen para fomentar la industria nacen productos, que es el objetivo más complicado de lograr y el que más contribuye al desarrollo industrial local. Que otro argentino pueda dar tips de cómo llevar adelante un proyecto y publicarlo (más allá que aún no se sabe la fecha de lanzamiento) es muy inspirador. Lo que vemos acá se puede traspolar a la potencia que tiene para un amante de los autos escuchar a Horacio Pagani (creador del Pagani Zonda) o antaño a Horeste Berta hablando de los Torino.

  • ¿Ve un creciente interés en la creación de videojuegos basados en eventos históricos en Argentina? ¿Qué otras temáticas históricas cree que podrían explorarse en futuros videojuegos?
El año pasado en el programa Mi Primer Videojuego Profesional de ADVA (Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina) el proyecto que ganó es un juego con estética pixel llamado Los Infernales desarrollado por el tucumano Damián Caro . El juego es de acción y trata sobre los gauchos de Güemes apodados con ese nombre.

Las Niñas de Ayohuma es otro juego que sigue el mismo camino o el multipremiado “Atuel” que te permite vivenciar el ambiente del río situado entre Mendoza y La Pampa https://matajuegos.itch.io/atuel

La excelencia de la industria argentina de videojuegos destaca regionalmente y gustan los temas locales, tal vez el paso a dar es que se utilice como material de estudio en las escuelas para entender que el videojuego correcto atrapa a los alumnos más que un libro o película y puede transformar miradas. Argentina tiene la capacidad de crear los videojuegos de primera línea gracias a la educación y las oportunidades de acceso a formación que se brindan en nuestro país, es lógico que ahora se utilicen los videojuegos para educar.

Malvinas: La última carta Videojuegos Andrés Rossi

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